La mantilla: protocolo y tradición.
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Curiosamente, sobre su uso no hay nada escrito y ha sido la costumbre y tradición quienes han ido fijando sus reglas. Todas ellas forman parte de ese cajón de sastre del protocolo que es el protocolo social. Por éste, hay que entender toda una serie de usos y costumbres comúnmente aceptadas por la sociedad y cuyo conocimiento parece de obligado cumplimiento. En otras palabras, viene el uso continuado imperante lo que marca la diferencia entre el saber ser y el saber estar.
En este protocolo social se integran las normas sobre la mantilla.
La mantilla se usará sólo en las bodas religiosas, no en las civiles, y se reserva exclusivamente a la madrina, a menos que en la invitación se pida a las invitadas que la luzcan, también. La madrina la llevará de color negro, aunque algunas más creativas han optado por otro color, y con traje corto o largo, según sea la boda por la mañana o por la tarde.
En los toros, aunque ya no es tan usual como antaño, la mantilla será de color blanco y se podrá adornar con flores.
El uso de la mantilla en Semana Santa difiere de los anteriores y sigue reglas más estrictas. Teniendo en cuenta el carácter especial de estas festividades, la mantilla se utiliza el Jueves Santo, en la visita a los monumentos eucarísticos y el Viernes Santo, en las procesiones. Se lleva con traje negro, de luto, en señal de duelo por la muerte.