Nos vamos de picnic

De los recuerdos de mi infancia que procuro mantener en mi vida son las salidas domingueras al campo junto a mi familia.

Recuerdo ver a mi madre levantada desde muy temprano metida en la cocina.

Primero preparaba la cafetera para su chute de energía a base de cafeína (costumbre que heredado de ella , mi adicción al café) , y luego manos a la obra. Sus tortillas, croquetas y algún que otra ensalada era el menú para el día de campo.

La cocina se inundaba de esos olores que nos llevaban flotando a medida que nos preparábamos mi hermano y yo.

Una vez listo todo y medito en la tartana de mi padre, poníamos rumbo al monte.

Una vez allí ...el plan a trazar¡¡¡

Primero un largo paseo por los senderos donde disfrutábamos de recolectando palos, piñas y piedras mágicas etc ...jajajajajaja toda una aventura, y donde caía alguna que otra foto familiar.

Luego llegaba la hora de almorzar donde la mantita de cuadros heredada de madre a hija era el mantel, comíamos alrededor de él y disfrutabamos del canto de la naturaleza.

Estos momentos para mi valen oro, y intento siempre que el tiempo me los permite disfrutarlo con mi pequeña familia, un día que es solo para nosotras lejos de mi agenda llena de eventos y de las tareas del cole.